IMPERDIBLE!! Dada la extensión del documento, leer todo en @comovaradealmendro, para comprender el porqué de la situación actual de la Iglesia, TLHDC
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BREVE CRÓNICA DE UN GOLPE DE ESTADO MASÓNICO EN LA IGLESIA: ESTUDIO JURÍDICO-TEOLÓGICO DE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI — Como Vara de Almendro
http://comovaradealmendro.es/…/breve-cronica-de-un-golpe-d…/
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BREVE CRÓNICA DE UN GOLPE DE ESTADO MASÓNICO EN LA IGLESIA: ESTUDIO JURÍDICO-TEOLÓGICO DE LA RENUNCIA DE BENEDICTO XVI — Como Vara de Almendro
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POSTED BY: COMO VARA DE
ALMENDRO 16/02/2017
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católico. Descargar
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Juan Suárez Falcó
Resumen: en este estudio queremos demostrar que la renuncia de Benedicto XVI no fue una renuncia al Papado, sino sólo a su ministerio como obispo de Roma. Mantuvo, por tanto, el officium y el munus petrino, por lo que creemos que, desde entonces, sigue siendo el Papa, el único Papa válido y legítimo de la Iglesia. Fueron circunstancias especialmente graves las que le empujaron a realizar ese movimiento táctico y que se han ido haciendo públicas con cuentagotas, en diferentes periódicos y por periodistas bien informados. Intentaremos exponerlas sintéticamente en este Documento. Estudiamos también desde el punto jurídico y teológico el alcance de esa renuncia.
1. Introducción
La fecha del 11 de febrero de
2013[1] ha quedado grabada de manera indeleble en la mente y el corazón de los
fieles de la Iglesia como una fecha de tristísimo recuerdo. No podré olvidar
jamás la sensación de congoja y agonía que me invadió cuando recibí la llamada
de una amiga ese mismo día que me decía: “Lo que estábamos esperando ha
ocurrido. Acaba de dimitir Benedicto XVI”. Por razones que explicaré más abajo,
para mí y un pequeño círculo de amigos católicos esta renuncia era esperada
como el pistoletazo de salida del fin de los tiempos.
Escribo este artículo con la
autoridad que me confiere el art. 212.2 del Código de Derecho Canónico, que
expresa que los fieles tienen el derecho, Y A VECES INCLUSO EL DEBER, en razón
de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los
Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia
y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y
de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la
utilidad común y de la dignidad de las personas. Es pues, un deber para mí,
conociendo los hechos que voy a describir a continuación, en completa comunión
con la doctrina de la Iglesia, encontrándome en gracia de Dios, denunciar los
hechos que a continuación describo, para conocimiento de la Iglesia y salvación
de las almas.
2. Asaltos de la masonería
eclesiástica y antecedentes
La masonería eclesiástica es una
realidad palpable que lleva infiltrándose en la Iglesia desde principios del s.
XIX. La masonería es la Iglesia de Satanás. En su versión moderna, nació en
1717 en el Pub inglés “El árbol del Diablo”, unificando varias logias inglesas.
Su única función es derrocar el orden cristiano en la sociedad, para lo que
necesita destruir a la Iglesia (la católica, apostólica, romana, única
verdadera, la Iglesia de Cristo, fundada en la persona de Pedro[2]). Nace en el
seno del protestantismo, y amparada e inspirada por el falso judaísmo talmúdico
y kabalístico, que es luciferino. NO me detendré más sobre esta materia, que
conozco bien. Baste al católico perplejo un repaso de las muchas
condenaciones[3] que la Iglesia ha realizado de esta infernal secta, que engaña
a los incautos con un ropaje de humanismo, filantropía y conocimientos
gnósticos, y que adora en realidad a Lucifer, el Ángel Caído, como van
conociendo finalmente los que, convertidos poco a poco a las luces deletéreas
de Satanás, acaban perdiendo la fe (si la tenían) y conociendo, finalmente, el
secreto masónico.
La masonería, desde el principio,
intentó infiltrarse en la Iglesia, para pervertir su doctrina y desviarla hacia
los errores doctrinales y pastorales, con la intención de demolerla desde
dentro. Recordemos que ya en el s. XIX la masonería italiana luciferina de los
carbonarios aprobó el Documento titulado “La Alta Vendita” (la Alta Venta, en
español), una serie de instrucciones Permanentes o Código de Reglas que
aparecieron en Italia en 1818[4]. Por Providencia divina, este panfleto cayó en
manos de Gregorio XVI. Posteriormente, el Papa Pío IX le dio a Jacques
Crétineau-Joly, periodista e historiador, permiso para publicar en su libro “La
iglesia y la Revolución”, las copias de los documentos y la correspondencia de
la Alta Vendita. En octubre de 1884, seis meses después de la aparición de la
Humanum Genus (la mejor y más extensa denuncia de la masonería hecha por un
Papa), se reiteraron estos mismos documentos con comentarios reales en una
serie de conferencias que dio Monseñor George F. Dillon en Edimburgo, Escocia.
Estas conferencias impresionaron de tal manera a León XIII que las publicó y
distribuyó a su propio costo. En la Alta Vendita se establecía un plan para
infiltrar la Iglesia católica, colocando a masones en los seminarios, para que,
con el tiempo, fueran ordenados sacerdotes y escalando hasta el obispado y el
cardenalato, subvirtiendo con modernismo la doctrina católica desde los altos
puestos de la Iglesia. El objetivo final era lograr que alguno de ellos
llegara, algún día, a la Silla de Pedro, para, desde ahí, demoler la doctrina
católica, desviándola hacia la apostasía general, y obligando a toda la Iglesia
a seguir hasta el Infierno a ese falso profeta, bajo la bandera de la
obediencia debida al “Papa”. Entre otras cosas, ese Documento decía:
“… Es un deber de las sociedades
secretas hacer el primer ataque a la Iglesia y al papa, con el objeto de
conquistarlos a los dos. La obra para la que nos ceñimos no es una obra de un
día, ni de un mes, ni de un año. Puede durar por muchos años, tal vez un siglo…
Lo que debemos pedir, lo que debemos buscar y esperar, así como los judíos
esperan al Mesías, es un papa de acuerdo a nuestras necesidades. Necesitamos un
papa para nosotros, si tal papa fuera posible. Con ese papa marcharemos de
forma más segura al asalto de la Iglesia, que con todos los libritos de
nuestros hermanos franceses e ingleses”
“En un plazo de cien años…los
obispos y sacerdotes creerán que están marchando detrás de la bandera de las
llaves de Pedro, cuando en realidad estarán siguiendo nuestra bandera… LAS
REFORMAS TENDRAN QUE SER INTRODUCIDAS EN NOMBRE DE LA OBEDIENCIA”.(...)
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